la ausencia

 Conozco la ausencia de mil maneras, me especialice en abordarla y conducirla, era mi vida... no quiero ofrecerla como un presente,  la conozco y me he saciado de ella hasta el hastío.

Cuando eres golpeada miles de veces por el vacío aprendes a acorazarte con tus pensamientos y abrazarte a ti misma para soportarlo.

Por qué pretendes vulgarizar mi poético enamoramiento? 

Mi pensamiento no se embelesa con bajas pasiones de la carne, el enigma de lo imposible e inalcanzable construye los palacios de mi amor en el mundo de los inmortales, donde el nunca y el por siempre tan solo son instantes.

Mientras era etéreo el amor, podía  respirarlo y sentirlo entrando por los poros de mi piel, inmaculado como una idea perfecta que no se discute que no se profana.

Mirar dentro de esos ojos, adentrarme en su mirada cual portal me transporto al sitio de mis ilusiones más hermosas, donde las palabras te acarician, hasta donde el deseo se suspira y respiras las sensaciones que pueden pensar unos ojos cerrados.

Lo he vivido sin personas, el amor sin pareja, he amado sin objeto de deseo, en la ausencia de un sujeto, podría conducir mi pasión por ideales imaginarios y lograr la perfección del verdadero amor. 

Pues la soledad, en la soledad te vuelve diestro en lo que más deseas y en lo que más necesitas,  partiendo de ahí no podrías conformarte con menos, nadie podrá llenar esas expectativas  y por consecuencia te vuelves más exigente y más selectivo...