Las palabras que no se dijeron NO SE BORRAN ni se van en el olvido,
todo lo que quieres decir y no dices. . . LO QUE NO TE PERMITES SENTIR,
se acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos.
Lo que no decimos se transforma en insomnio y en dolor de garganta.
Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo, en deuda, en asignatura pendiente.
Las palabras que no decimos se transforman en insatisfacción, en tristeza, en frustración.
Lo que nos quedamos y no decimos ENFERMA.
A mayor REPRESIÓN mayor PERVERSIÓN, somatización y desajuste.
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